Nos están matando;

nos matan cuando nos acosan en la calle,

cuando violan nuestro cuerpo,

cuando justifican una violación por la ropa que queremos ponernos,

cuando no existe la equidad (artística, laboral, política),

cuando nuestros salarios son menores,

cuando justifican un golpe,

cuando no nos dejan expresar lo que sentimos y pensamos,

cuando nos tratan como inferiores,

cuando las leyes no nos amparan,

cuando no nos dejan crecer,

cuando tenemos miedo de salir a la calle,

cuando dicen “dos mujeres que iban solas”,

cuando no tenemos derecho sobre nuestro cuerpo,8

cuando debemos  defender una ley sobre nuestros derechos,

cuando pasan por encima de ellos,

cuando las miles de denuncias que hacemos quedan impunes,

cuando nos invisibilizan,

Nos matan cuando nos roban,

cuando roban nuestro trabajo porque sus planes salieron mal,

cuando mienten y se apropian de lo que no les corresponde,

cuando la cultura y visibilización tiene cara masculina,

cuando el cine, el teatro, y todo lo vinculado a nosotras tiene cara masculina.

Nos mata la educación que reproduce  tantas y tantas mujeres machistas.

Ahí cuando son cómplices de la cultura del saqueo, ahí cuando solo importa el yo.

Ahí no nos matan físicamente, pero nos condenan de forma tal que la muerte física es solo un trámite.

 

Nos matan porque somos mujeres y a las mujeres se las mata con permiso, de una sociedad patriarcal e impune.

 

Repudiamos la desigualdad, los femicidios, la violencia de género.

 

Buscamos respeto, igualdad, equidad, mismas oportunidades y no ser silenciadas.

 

Nuestro grito juntas es imprescindible.